http://www.blog.com.co/noticias-que-boleta/boleta-obras-bogota/1943.aspx
- Contexto: Social
- Delimitación del tema: Variable 1: Transporte Variable 2: Problema
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Tesis: El desplazamiento vehicular por la capital se vuelve más complicado a medida que avanzan las obras mobiliarias.
- Conclusiones:
Reiteración de la tesis:
Entre más obras mobiliarias se realizan en la ciudad más difícil se vuelven los desplazamientos atraves de ella, no solo por los cierres en las principales vías si no tambíen por el mal estado de las vías alternas.
Recomendación:
Es necesario culminar con prontitud las obras en las principales vías para restar la congestión y optimizar el desplazamiento vehicular.
Predicción:
De mantenerse esta situación es viable que el gobierno apoye propuestas para masificar medios de transporte alternativo como la bicicleta, así sea de forma temporal.
- Explicite los argumentos:
El plan de obras viales de la ciudad, es un acto de improvisación y salta a la vista.
Las pérdidas por el caos vehicular son inmensas. Según los estudios más recientes la gente en Bogotá pierde alrededor de 500 horas anuales en trancones, lo que equivale a más de 20 días al año.Se dejan de producir 6.000 millones de pesos diarios por el caos vehicular.
- Selección de argumentos:
El país seguirá perdiendo dinero mientras se mantenga el desorden en las obras viales.
Bogotá históricamente ha sufrido de varios problemas que atacan directamente a la sociedad como el desempleo, la violencia y la inseguridad que viene creciendo cada vez más a medida que avanza el tiempo y para colmo de males el más agobiante por estos días y el que está de moda es el tema de la movilidad a lo largo de toda la ciudad. El plan de obras de nuestra ciudad si es que así le podemos decir, parece elaborado por estudiantes de primaria, vacios de organización y sin conocimiento alguno de las necesidades de los miles usuarios que día tras día nos vemos afectados por este problema. No se trata solamente de los incesables trancones, hablamos también de la idea de fragmentar las calles, carreras y autopistas, romperlas por pequeños tramos a tal punto de parecer que este es el símbolo que nuestros gobernantes entienden por belleza urbana pues se ve presente incluso en lugares donde no es necesario hacerlo. Nuestra vida e integridad también se ven afectadas por estos problemas mobiliarios pues las famosas polisombras se han convertido en la cuna de ladrones, atracadores y violadores que aumentan los índices de delincuencia. De mantenerse así la situación actual terminaremos recurriendo en masas a sistemas alternativos de transporte como la bicicleta pues el bloqueo en las vías es cada vez más intolerable.
La Alcaldía ha menospreciado las necesidades de las personas que nos desplazamos en transporte público, diciendo que los únicos afectados por estas obras son el 14% de la población que posee un automóvil, como si acaso no fuera más sencillo para aquellos que pueden evitar el obstáculo del pico y placa adquiriendo otro coche, o como si fuese mentira afirmar que la mayoría de las personas nos vemos condenados a utilizar un transporte público que si se tiene el éxito de conseguir que lo lleven lo harán organizándonos como una camada de pollos y que actualmente no tiene por donde desplazarse. La gente dura horas en llegar a su trabajo y después horas más de regreso a su casa. Los discapacitados no disponen de rampas ni de mecanismos para facilitar su traslado, y hay más de mil obras en marcha en Bogotá. Si se suman los aguaceros que no dan tregua y el mal estado de las vías alternas, fácilmente nos daremos cuenta que transitar en la capital se ha vuelto un tormento.
Las pérdidas por el caos vehicular son inmensas. Según los estudios más recientes la gente en Bogotá pierde alrededor de 500 horas anuales en trancones, lo que equivale a más de 20 días al año. Se dejan de producir 6.000 millones de pesos diarios por el mismo motivo, y los ciudadanos tienen menos tiempo para trabajar, producir y descansar.
Sin embargo, lo más evidente en Bogotá es el contraste entre el sector público y el sector privado. Mientras que la administración pública parece enfrascada en disputas políticas, naufragando en el creciente escándalo de la contratación distrital, e indiferente a la parálisis física que la ciudadanía sufre a diario, el sector privado está reformando la ciudad. La vitalidad económica del país es innegable, pero la pujanza del sector privado está limitada por la incompetencia del gobierno distrital.
Me parece muy bueno el tema que usted escogio, debido a que las obras que se estan realizando actualmente en Bogota nos estan afectando a todos con la multiplicacion de los trancones,por lo tanto la demora que esto ocasiona.Tambien se destacan las obras inutiles que se realizan.Ojala el alcalde en vez de hacer tanta obra inutil,donde no se necesita ,haga obras en donde se solicitan con urgencia.
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